El domingo 10 de noviembre, quiso el rey que le explicáramos cuánto tiempo hacía que habíamos salido de España, así como la soldada y el porcentaje que otorgaba el rey a cada uno de nosotros; y quiso también que le diésemos una firma del monarca y una bandera suya, puesto que, a partir de entonces, su isla y otra llamada Tarenate (en la que habría de coronar a su sobrino, por nombre Calonaghapi) iban a pertenecer, por su decisión, al rey de España. Iban, asimismo, a luchar por él hasta la muerte, y caso de faltarles resistencia, se trasladaría a la propia España él con todos los suyos, en un junco que daba orden de construir para el caso, portador de la firma y de la enseña real. Ya que, desde lejanos tiempos, era su servidor.
Nos suplicó que le dejásemos allí algunos hombres, para que en todo momento estuviera presente el nombre de España, y no mercancías, que éstas rápidamente caducan. Y nos dijo que quería trasladarse a otra isla llamada Bachian, para abastecer más presto a nuestras naves de clavo, pues en la suya no había el suficiente seco como para llenar las dos.
Por ser hoy domingo, negose a cargar. El día feriado de estos pueblos es nuestro viernes. A fin de que Vuestra Ilustrísima Señoría recuerde las islas en que crece el clavo, anoto las cinco: Terenate, Tadore, Mutir, Machian, Bachian. Terenate es la principal y, en vida de su rey, señoreaba sobre casi todas los demás. En la de Tadore es en la que estábamos; tiene rey. Mutir y Machian no lo tienen, sino que se gobiernan en República y cuando los dos reyes de Terenate y de Tadore guerrean entre sí, les abastecen de soldados. La última es Bachian, con rey también. El conjunto de la provincia, donde nace el clavo, se llama Maluco.
No hacía ocho meses aún que había muerto en Terenate un Francisco Serrano, portugués, capitán general del rey de Terenate contra el rey de Tadore, quien atacó con tal pericia, que el de Tadore hubo de entregar a su rival una hija en matrimonio, más casi todos los hijos de los principales en rehenes (de aquella hija había aquel sobrino del actual rey de Tadore). Después, concertada entre ellos la paz, habiendo venido a Tadore un día Francisco Serrano para comprar clavo, hízolo envenenar el rey de aquí con aquellas hojas de betrel. Sobrevivió sólo cuatro días; su rey quería enterrarlo según sus ritos, pero servidores del difunto no lo consintieron... Dejó un hijo y una hija pequeños, de una mujer que raptó en Java Mayor, y doscientos bahar de clavo.
Serrano fue un gran amigo y pariente de nuestro inolvidable capitán general, y verdadera causa de que se decidiera éste a su empresa, porque, en más de una ocasión, encontrándose el nuestro en Malaca, habíale escrito hallarse él aquí. Don Manuel, rey de Portugal a la sazón, negose a aumentar, como proponía nuestro capitán general para sus beneméritos, la soldada de sólo un testón al mes; por lo que hubo de pasar a España éste, obteniendo de la Sacra Majestad todo cuanto supo pedir. A los diez días justos de la muerte de Francisco Serrano, el rey de Terenate, por nombre rajá Abuleis, se permitió expulsar a su yerno, rey de Bachian, y la mujer de éste, olvidando ser su hija, le envenenó bajo pretexto de concluir paces. Murió a los dos días, dejando nueve hijos, cuyos nombres son éstos: Chechil Momuli, Iadore Vunighi, Chechili de Roix, Cili Manzur, Cili Pagi, Chialin Chachilin, Cathara, Vaiechu Serich y Calano Ghapi.