26/08/2020PIGAFETTA, 26-08-1520

Partiendo de aquí, en los 51 grados menos un tercio del Antártico, dimos con otro río de agua dulce, al que las naves se acogieron de los vientos terribles; mas Dios y el Cuerpo Santo no nos regatearon ayuda. En este río anclamos cerca de dos meses para hacer provisión de agua, de leña y de peces -que eran largos como un brazo y más, con mucha escama y tan sabrosos cuanto escasos-. Y antes que navegáramos de nuevo, el capitán general y todos nosotros confesamos y comulgamos como verdaderos cristianos.